EL SEÑOR PRESIDENTE

Leer esta novela de Miguel Ángel Asturias, es hundirse en un pozo de desesperación, que, por momentos deja pasar un rayito de luz, de esperanza, como quien espera a que los sucesos que se relatan finalmente nos lleven al maravilloso final feliz que todos deseamos en la vida real y en la ficción.

Dividida en tres partes y cada una de ellas dividida en capítulos, nos lleva a un torbellino de emociones (indignación, tristeza, desesperanza, rabia, rebeldía, etc). Inicia la novela con un juego de palabras que es casi una prueba, si lo encuentras ilógico y tiras el libro, pierdes la oportunidad de leer una magnífica novela. El primer acontecimiento es el asesinato del coronel José Parrales Sonriente a manos de un idiota al que llaman Pelele, a quien la palabra madre convierte en una furia asesina, y lamentablemente para el coronel y, sin saberlo, para muchas personas, éste lo provoca tirándole  una patada y gritándole "¡Madre!". El Pelele se le viene encima y a golpes y mordiscos, lo mata. Los mendigos que duermen en el Portal del Señor, escena del terrible crimen, son arrestados, llevados a la penitenciaría y obligados bajo tortura a declarar que el asesinato ha sido ejecutado por el licenciado Abel Carvajal y el general Eusebio Canales, que estaban en  desgracia en el ánimo del  Señor Presidente.

El señor Presidente es uno de los personajes que menos aparece en la novela, pero cuya siniestra presencia se siente en cada acontecimiento. A partir de este suceso se desencadenan una serie de acontecimientos que arrastran a los personajes a un infierno dantesco.

Miguel Cara de Ángel, otro de los personajes, que el autor nos presenta como bello y malo como Satán, a quien sin embargo resulta difícil rechazar y es, quizás a quien terminamos amando más que a cualquier otro de los personajes, por lo trágico de su destino.

Por encargo del Presidente, Miguel debe ayudar al general Canales a fugarse, siendo la idea real matarlo por intento de fuga. Miguel, ignora esta idea y cumple con su parte de ayudar a Canales a fugar, trama una estrategia, donde supuestamente iba a raptar a Camila Canales, hija del general, para crear confusión, y dar oportunidad para que  pueda fugarse; éste, tragándose el orgullo acepta. En medio del laberinto del supuesto rapto, mientras el general se marcha, los soldados entran a la casa más interesados en robar que en evitar la fuga, Lucio Vásquez, un hombre de la policía secreta, se las da de cómplice con Cara de Ángel para raptar a Camila, llevado por los acontecimientos, este personaje mata al Pelele que está en condiciones lamentables. Rodas, un amigo de Vásquez, a quien éste le había contado lo del rapto, el plan de matar a Canales y la orden de matar a un hombre rabioso, que no es otro que el Pelele, se lo cuenta a Fedina, su esposa, que en una macabra cadena, trabaja para Canales en su casa y planea hacer a Camila madrina de su bebe, y enterada del rapto, va a la casa de Canales cuando todo ya sucedió y coge una carta de éste dirigida a uno de sus hermanos, es arrestada y llevada a prisión.

Fedina, uno de los personajes más conmovedores, es conminada a declarar dónde está Canales, acusada de complicidad, inocente hasta el delirio, sin poder dar ninguna información es torturada, golpeada, humillada, pero la tortura que acaba con ella es la muerte de su bebé, en sus brazos, de hambre, sin poder amamantarlo. Vendida a una casa de prostitución, lo último que sabemos de ella es que se hallaba, grave en un hospital, y pensamos que lo más piadoso para ella sería la muerte. 

Miguel Cara de Ángel, termina enamorándose de Camila, y ese amor lo transforma de ser bello y malo como Satán, simplemente en un hombre enamorado, el amor lo vuelve sensible y se asquea de toda la maldad y la corrupción que lo rodea. Lamentablemente, cuando Camila estaba enferma, en un intento desesperado de salvar su vida por milagro de Dios, salva la vida al mayor Farfán, uno de los personajes más viles, evento desafortunado para él, porque finalmente  Farfán, en un intento de congraciarse con el presidente se volverá contra él.

Cara de Ángel, se prepara para salir en un viaje, supuesta misión que le da el Presidente, en el camino es secuestrado, sustituido, y llevado por Farfán a una mazmorra deshumanizante, donde día a día va muriendo, pero un hilo de esperanza los sostiene, el amor de Camila, su esposa, su recuerdo es lo único que lo mantiene en pie, en esa mazmorra donde vive peor que un animal, en medio de sus heces, sin más que piel sobre los huesos, un despojo humano que se aferra a la vida, a una vida llamada Camila, hasta que un supuesto preso llega  a la mazmorra, preso, según le cuenta por querer cortejar a la amante del Presidente, una tal Camila Canales. Rota la última esperanza de vida, muere, y es sepultado simplemente como NN. Mientras tanto Camila, desesperada de buscarlo, sin noticias ciertas sobre su destino, se va al campo donde vive en compañía de su hijo, sin volver a la ciudad jamás.