EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA (I)
¿Por qué me gusta Gabriel García Márquez? Porque es uno de los mejores narradores de todos los tiempos. Leer al gran Gabo es como conversar con un viejo amigo. A quién no le gusta que le cuenten historias, y más aún si es un narrador magistral como García Márquez.
Hace años leí "El amor en los tiempos del cólera"y de hecho que la disfruté, pero ahora al leerla junto con mis estudiantes, la disfruté el doble y descubrí detalles que la primera vez no llamaron mi atención.
A diferencia de la mayoría de los autores del Realismo Mágico, García Márquez, tiene un estilo bastante sencillo, aunque muchos de mis estudiantes no piensen lo mismo.
Esta novela es esencialmente una historia de amor. Tenemos la primera historia de amor, el amor convencional, el amor de costumbres, el amor del día a día, de la convivencia. Los protagonistas de esta historia son Juvenal y Fermina, creo que esta primera historia queda injustamente eclipsada por la historia de Florentino y Fermina.
Juvenal y Fermina se casan siendo ella muy joven y él ya un hombre. Juvenal es un profesional destacado, un personaje admirado y deseado por las mujeres que lo consideran el candidato ideal para un buen matrimonio, joven, rico, médico reconocido y respetado a pesar de su juventud, pero ¿ a quien elige? precisamente a la chica que no le hace caso, a la chica que lo rechaza, si Fermina hubiese actuado como las demás jóvenes de la ciudad probablemente no habría llamado la atención de Juvenal. Se casan sin estar apasionadamente enamorados, casi llevados por las circunstancias, empujados por el capricho o por lo que fuera. Con el matrimonio viene el descubrimiento real de uno y de otro. Juvenal descubriendo y enamorándose de su esposa y Fermina descubriendo al hombre que es Juvenal. En el matrimonio de cincuenta años viven una serie de experiencias, pequeñas tragedias cotidianas, una de ellas por ejemplo es simplemente porque Fermina se olvida de poner jabón en el baño, suceso que casi los lleva al divorcio.
La muerte, absurda y accidental de Juvenal nos lleva a la otra historia de amor, la de Florentino, así, Florentino y Fermina. Florentino perdidamente enamorado de Fermina, Fermina enamorada del amor, no de Florentino, sino de la emoción de sentirse amada de esa manera tan febril y obsesiva, el hecho de que su padre se oponga, no hace sino encapricharla más, convencerla de que realmente está enamorada de Florentino. La desilusión viene con el reencuentro, después de un largo tiempo de separación y sin tanta presión del padre, ve a Florentino tal cual es y no como la ilusión lo dibujaba.
Cuando Fermina se casa con Juvenal, Florentino cae en una profunda depresión, luego de ser seducido circunstancialmente por una mujer, quizás Rosalba, inicia una vida sexualmente muy activa, conoce a muchas mujeres que pasan fugazmente por su vida, algunas dejan una huella especial, otras no, pero son mujeres que pasan por su vida rozando apenas su corazón que sigue siendo un altar para Fermina. No nos detengamos a pensar en las mujeres que amaron a Florentino, porque terminaríamos pensando que Florentino no merece ser feliz.
A la muerte de Juvenal, Florentino decide, con esa tenacidad característica de él, que por fin ha llegado el momento de realizar el sueño acariciado por décadas: Fermina. Al principio es rechazado, pero finalmente logra conquistar su atención y finalmente ese amor tan deseado. Ancianos ambos viven un romance de adolescentes. En ese barco, cuya bandera amarilla, es para ellos, no la bandera del cólera, sino la bandera del amor eterno como el amor mismo.
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